Nómada digital: ¿presente, futuro o moda inventada?
Despertar, tomar el metro al trabajo, sentarse frente a un computador varias horas, tal vez tomar una caña con colegas, volver en el metro a casa, dormir, repetir. Pero ¿qué sucedería si os digo que hay quienes cambian frecuentemente de rutina pero manteniendo su trabajo?
Rumbo a la aventura
De acuerdo. Este no es un concepto nuevo: el hombre siempre he empujado las fronteras de hasta dónde se puede explorar el mundo. Lo hicieron los vikingos, lo hizo Colón, lo hicieron los aventureros europeos que se sumergieron en África y una larga lista de etcéteras. Muchos de esos viajeros son exploradores anónimos que fueron a colonizar América por múltiples razones y sus descendientes son quienes hoy todavía habitan esas tierras.
Pero el mundo avanzó y la tecnología nos permitió tener mapas y precisiones sobre cualquier lugar. Los trenes, primero, y luego los aviones, permitieron acortar las distancias y convertir el viajar en una realidad para la mayoría. Pero si hubo un invento que realmente acortó las distancias, fue la Internet, pudiendo uno saber todo sobre cualquier cosa desde cualquier lugar del mundo. Y fue gracias a la Internet que justamente ese aventurero evolucionó en alguien que si bien usa un instrumento nuevo, sigue persiguiendo el mismo espíritu viajero y explorador de antaño: el nómada digital.
Sin hogar pero con Internet
El concepto es simple: ganar dinero trabajando utilizando Internet mientras se viaja por el mundo. Si bien el término digital nomad aparentemente fue utilizado por primera vez en 1997, no fue sino hasta la popularización de tecnologías como el Wi-Fi que realmente se convirtió en tendencia, porque permitió tanto a empleados fijos de empresas como a emprendedores tener su oficina en cualquier lugar, siempre y cuando cuenten con una conexión estable de Internet. Y entonces, el mundo entero se convirtió en el lugar de trabajo de toda una generación.
Nuevas tecnologías como ordenadores portátiles, aplicaciones para el móvil, trabajo compartido a través de la nube, smartphones que usan más de una tarjeta SIM y redes sociales son instrumentales en permitir este estilo de vida. Al mismo tiempo, el cambio cultural hacia una sociedad centrada en la Internet y una vida digital comunitaria abre la puerta a trabajos relacionados a esas nuevas tecnologías, desde fotógrafos y traductores hasta youtubers y community managers.
Sin embargo, la adopción de una vida nómada no es tan simple ni glamorosa como suena e incluye sacrificios que muchas veces se dan por sentado como por ejemplo las comodidades de un hogar, la seguridad laboral y el acceso a la salud.
¿Pensando en viajar y aprender un idioma? Contáctenos.
Empresas al rescate
El emerger de este nuevo estilo de vida también generó toda una nueva serie de necesidades en los viajeros que muchas empresas están aprovechando y que, al mismo tiempo, ayuda a promover el concepto de nómada digital.
A medida que las masas se vuelcan a este nuevo estilo de vida, aparecen blogs, artículos y listas de los lugares que más fácilmente pueden satisfacer las necesidades de los viajeros. Agencias de viajes especializadas dan servicios de asesoramiento al entender exactamente cuáles son sus expectativas. Espacios de coworking surgen ofreciendo un lugar tranquilo donde disfrutar las comodidades y servicios de una oficina. Entidades aseguradoras comienzan a ofrecer pólizas específicamente diseñadas. Empresas de telefonía ofrecen o hasta regalan tarjetas SIM para seducir a los viajeros y ofrecerles la posibilidad de liberarse del Wi-Fi o del Roaming. Albergues y hoteles tratan de mantenerse
a flote mientras apartamentos privados salen a competir en un mercado cada vez más feroz.
Como todo, hay opciones para cada presupuesto. Por ejemplo, hay empresas que tienen una visión más holística sobre el asunto, juntando grupos de emprendedores, freelancers y empleados para que viajen por meses alrededor del mundo, una ciudad al mes. De esa forma, hay un sentido de comunidad y pertenencia en el grupo, pero al mismo tiempo todos tienen la independencia de lograr sus propios resultados y explorar cada destino a su ritmo.
Turismo o trabajo: la última frontera
A medida que las empresas cada vez ofrecen mayor flexibilidad geográfica a sus empleados, las aerolíneas de bajo costo comienzan a dominar los cielos y las opciones de alojamiento se multiplican a la velocidad de Internet, la fina línea entre un viaje de placer y un viaje laboral se desdibuja a una escala cada vez más masiva. Si bien se podría debatir que implica democratizar la industria de los viajes también impulsa el debate dentro de cada país para definir qué es un turista y qué es un viajero.
Una incógnita que tomó impulso en los últimos tiempos es bajo qué figura legal ingresa el viajero a cada país, alimentando la preocupación sobre la legalidad de estos trabajadores. Las regulaciones migratorias de cada país son únicas pero el concepto de un mundo sin fronteras que rodea al nómada digital también.
Por esa razón, autoridades migratorias de varios países han tomado cartas en el asunto y generado un marco legal a emprendedores de empresas centradas alrededor de Internet. Sin embargo, este año en Estonia han tomado el primer paso en reconocer los vientos de cambio al anunciar planes para crear una visa específica para que nómadas digitales puedan vivir en el país durante un año.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Son los nómadas digitales una raza completamente nueva de viajeros o una evolución de los exploradores de antes? ¿Dónde os gustaría ir si pudieran viajar y trabajar indefinidamente?