Cómo perder un idioma en 10 días
Venga, que todos hemos perdido cosas. A veces perdemos nuestras llaves. A veces hasta perdemos la cabeza. Kate Hudson nos enseñó cómo perder a un chico (de allí el título de esta entrada). Hasta la poetisa estadounidense Elizabeth Bishop le dedicó al hecho de perder algo un poema completo (“One Art”). Pero, un idioma, ¿se puede perder un idioma? ¿O es como andar en bicicleta: nunca se olvida? Afortunadamente para tí, responderemos esas preguntas con un ejemplo real: patuá. Leed cómo los macaenses están perdiendo su idioma patuá y cruzad vuestros dedos que no os olvidarán vuestro propio idioma por ahí.
Patuá
Antes que veamos cómo perder este hermoso idioma, aprendamos más sobre él. El macaense, mejor conocido por lo locales como patuá, es el idioma de la comunidad euroasiática que se desarrolló en Malaca, la principal base portuguesa en el sudeste asiático, durante la primera mitad del siglo XVI. A medida que la red comercial portuguesa se expandía, muchos portugueses se establecieron en la zona. Entonces, tuvieron que encontrar un idioma en común para comunicarse con los locales y ¡presto!, nació el patuá.
El patuá eventualmente se convirtió en el lenguaje de los macaenses, fruto de las uniones entre portugueses y chinos. El patuá, al pertenecer a la familia idiomática del criollo portugués, mezcla portugués con cantonés y malayo. Entre los siglos XVI y XIX, jugó un rol primordial en el desarrollo comercial y social de la región. Se estima que hoy hay sólo alrededor de 50 hablantes de patuá en Macao -llamados maquistas. A eso se le suman posiblemente algunos cientos miembros de la diáspora macaense que no lo usan, pero podrían.
Un tabú silencioso
Similarmente a cómo las generaciones de descendientes mexicanos en Estados Unidos han crecido ignorando el español, los patuá perdieron su voz cuando la educación oficial se empezó a ofrecer solo en portugués. Esto conllevó a que el patuá sea estigmatizado, y sus hablantes sean tildados de ignorantes, por ser un idioma principalmente hablado en casa o por generaciones anteriores. Como consecuencia, la mayoría de esos hablantes de patuá son mayores. UNESCO de hecho declaró en 2009 al patuá como un idioma en peligro crítico, porque los maquistas morirán en esta generación.
Falta de interés
Para aquellos de nosotros que hemos aprendido un idioma popular, sólo para ver que ya no era tan masivo, la pérdida de interés en un idioma es fácil de comprender. Puede que todavía hablemos el idioma y sepamos cada aspecto de su estructura. Hasta puede que hagamos un esfuerzo por mantenernos al día, usándolo frecuentemente para no olvidarlo.
Pero cuando hay influencias externas que hacen que perdamos el interés, sólo queda esperar que haya un resurgimiento cíclico. Tomemos al ruso como ejemplo: era un idioma popular para aprender en Estados Unidos durante la Guerra Fría. Luego, cayó en el olvido. Sin embargo, hoy está siendo apreciado nuevamente gracias a nuevos vientos políticos. ¿Podría pasarle lo mismo al patuá en los próximos años?
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Pero para eso hay que saber qué hizo perder el interés en el patuá. Pues sucede que en 1999, Macao volvió a ser administrada por China tras siglos de dominio portugués. Macao hoy cambió mucho desde entonces: los chinos son el 95% de la población y el 30% de los turistas son de China continental. La utilidad del patuá entonces se perdió en favor del cantonés.
Descuido
Otro factor que contribuyó a la pérdida del patuá es que al Macao volver a China, Macao se convirtió en la meca del casino y los juegos de azar. De hecho, el 80% de los ingresos económicos de Macao vienen de las apuestas. Para hacer de Macao un destino más atractivo para los potenciales apostadores, hubo que dejar de lado a la cultura local, incluido el lenguaje, y hacer del lugar un destino homogéneo basado en otros casinos alrededor del mundo.
Si es más fácil atraer turistas al ofrecerles un idioma más universal, ¿para qué se va a promover el patuá, cuando sólo lo hablan unos pocos? Cualquier esfuerzo para revivir el idioma es hecho sólo por unos pocos hablantes. Ellos promueven la cultura macaense al organizar festivales artísticos, que incluyen puestas en escena producidas por y para maquistas.
¿Algo de esperanza?
Hay amantes de idiomas en riesgo en todos lados, incluído Macao. Tal vez los macaenses pueden refundar su amor por el patuá, tomándolo como orgullo local. Tal vez pueden migrar de plataforma a las redes sociales para ampliar las oportunidad de sus usuarios. ¡Lo que sea para mantener este interesante idioma vivo!